River ganó otro título internacional

La primera prueba en Japón, rumbo al Mundial de Clubes, salió de maravillas. River se llevó la Suruga Bank tras golear y apabullar, técnica y tácticamente, al Gamba Osaka. Claro, Barcelona pinta un objetivo bastante distinto aunque para empezar…

Era más un test nipón que otra cosa. Se sabía que había volver a fin de año, a pelear por los porotos más importantes (Mundial de Clubes, que le dicen). Y salió bien el experimento. Fue un categórico 3-0 al Gamba Osaka, campeón de la Copa de la Liga japonesa. Y fue un categórico triunfo al entorno, al escenario. A jugar con la mochila del jetlag, en la otra punta del mundo, con altísima temperatura, con altísima humedad, y con unos tipos que en la tribuna no dejan de cantar siempre lo mismo y tocar el bombo sistemáticamente. A todo eso debió acostumbrarse el Millo en una visita express. Y mal no le fue. De entrada. A pesar de la histórica desconfianza de los jueces asiáticos en esta competencia (de última, apareció un chino en lugar de un local japonés). A pesar de ser un partido sin control antidoping y con seis cambios permitidos. En fin. Fue un buena prueba, un aperitivo de campeón. Lejos del champagne y del objetivo Barcelona. Aunque nada más lindo que fantasear entre burbujas.

Fue un inicio con buen pie. River tomó la iniciativa y peloteó al Gamba Osaka. A tal punto lo metió contra su arco que, a los 7′ nomás, provocó que inocentemente un defensa nipón ajusticiara a Bertolo. Y esta vez, sin Cavenaghi ni discusiones posibles, Carlos Sánchez tomó la pelota, sacudió fuerte al medio, y volvió a las suyas, a los goles importantes. Sin despeinarse, el Millo ganaba 1-0 cuando buena parte de la población, en la Argentina, todavía estaba entre lagañas rumbo al laburo. Un ratito después, Barovero se mandó un blooper de aquellos que al toque reparó. Fue, digamos, el único susto del equipo de Gallardo en un juego que tuvo dominado casi hasta el fin, cuando se desinfló (el partido). Tras un córner, Mercado -quien se había perdido la segunda final de la Libertadores ante Tigres- se elevó solitario en el punto penal y puso el 2-0 a los 30′. Sánchez, para no perder la costumbre, se fue al entretiempo cerquita del hattrick: primero la puso al lado del palo y después, con una gran volea, rompió el travesaño. Pero no el desarrollo de la mañana argenta.

A los 6′ del segundo tiempo, el pescado ya estaba vendido. El Muñeco decidió rotar y metió tres cambios de golpe: adentro Pity Martínez, Viudez y Pisculichi, afuera Driussi, Bertolo y Ponzio. Nueve minutos más tarde, las modificaciones empezaron a hacer efecto en el resultado. El ex Huracán enganchó de izquierda a derecha en el área y sacó un disparó cruzado, con comba, al segundo palo, que significó la certificación de la paliza: 3-0 y a otra cosa, a que pase el tiempo, a que Lucho González y Mayada también tengan sus minutos, a pensar en el regreso cansador, en San Martín de San Juan, y en el Barsa, en el Barsa, en el Barsa. Y aunque vaya en un costadito de la vitrina, la Suruga Bank ya está en casa. Un buen aperitivo de campeón…

Diario Olé

El resumen de goles del partido 

Publicado por:

Fútbol de Santa Fe 

Comentar