Este lunes falleció Oscar Chapino, trabajador incansable del fútbol de Veteranos en Paraná y zona.

Oscar, el mejor de los recuerdos
Difícil será encontrar un dirigente deportivo cabal como Oscar Chapino. Hoy la triste noticia mencionó que falleció a los 73 años en Rosario donde permanecía internado, luego de batallar por un año y medio con dos enfermedades. Dos. Y sin embargo hasta sus últimos días recorría el camino hasta el Complejo que lleva su nombre y que es orgullo de la Liga de Agrupaciones de Veteranos de Fútbol de Paraná. Pese a sus enfermedades organizó dos torneos nacionales. Aquí en Paraná. La ciudad que amó.

Hasta último momento y como buscando dejar todo en orden diagramó actividades en el Complejo, en el geriátrico Casa Quinta. Hace una semana charlamos durante una tarde entera.
Quería continuar el trabajo biográfico sobre su historia deportiva y de la Liga de Veteranos. Miramos más de 300 fotos desde sus tiempos de jugadores en Belgrano o Diamantino. Su paso por el Consejo Federal, el Consejo Provincial del Deporte, la Federación Entrerriana de Fútbol que presidió. Fue la última charla. Que bueno que al menos sucedió.

Gran tipo y gran corazón tenía Chapino. Ese corazón que lo tuvo a maltraer y lo codeó con la muerte en la década del 90. Pero se levantó, igual cuando debió cerrar las puertas de la reconocida casa de indumentaria deportiva Chapino Deportes. Dicen que se fundió por el fútbol. Y es verdad. Regalaba equipos enteros a clubes, agasajaba todos los años a las entidades deportivas, vistió al mismísimo Unión de Santa Fe y por Belgrano dio todo. Fue jugador Mondonguero y en su vuelta dirigencial erigió el Nuevo Estadio Mondonguero. Alguna vez se tendrá que hacer justicia y llamarlo Oscar Chapino a la cancha principal.
Pero el aspecto que lo distinguió fue como dirigente del fútbol de veteranos. Un campo con yuyos y una tapera se convirtió en un Complejo orgullo para el país. Y como le quedó chico Paraná fundó la Asociación Argentina de Futbolistas Veteranos. Así era Chapino: loco, lírico y bohemio.

Chapino fue un soñador. Soñaba con cosas buenas y trabajaba para ello. Quería que el “país visite el país” tal cual su lema a la hora de señalar la cita deportiva: el campeonato argentino de fútbol de veteranos. Donde equipos de Jujuy se codean con los de Ushuaia.

Lo admiré en vida y lo voy a admirar en el recuerdo. A los 19 años de edad lo conocí, nos convocó para ser veedores de los torneos mientras seguíamos con nuestros estudios. Desde allí fue mi compadre. Mi segundo padre. El consejero, el amigo. El tipo que contagiaba con su actitud.
Ayudó a mucha gente y en forma desinteresada. Al club Paraná, a Patronato y muchos clubes más también. Recorrió camino. Con orgullo, como ese orgullo por su familia, su esposa, sus hijos y sus adorables nietas.

“No habrá otro igual, porque son los que cuando nacen rompen el molde”, lo definió alguna vez Walter Saavedra, el gran relator deportivo.
No se si más adelante nos cruzaremos. Esto es parte de la ley de la vida te dicen como para minimizarte el dolor. Pero es dolor y es profundo. Y se te va a extrañar.

El fútbol debe agradecer que hubo un Oscar Chapino, un Quijote del fútbol que peleó contra molinos de viento. Pero queda su recuerdo. Su buen recuerdo.
Hasta otro momento compaaaadre..

Prensa Agrupación  Veteranos de Paraná