
El fútbol está de duelo
Ayer a los 82 años, falleció Oscar Vicente “Patón” Aguirre. Ex jugador y entrenador de la Liga Santafesina. Aguirre por su trayectoria fue declarado por el Concejo Deliberante de ciudad, en el año 2017 “Ciudadano Ilustre”
Con su trabajo engrandeció a la dirección técnica de la liga. Un tipo que jamás iba a “Chapear” con haber sido entrenador profesional de Colón, en épocas que el Sabalero militaba en el Nacional B.
Si bien pasó por varios clubes de la liga, su nombre o sobrenombre, era asociado a Sportivo Guadalupe. Lugar donde se desarrolló el emotivo acto que el pasado 9 de junio de 2017, donde fue declarado ciudadano ilustre.
No estando en funciones, era consultado por otros entrenadores, que buscaban un consejo, sobre aspectos técnicos y tácticos, para luego volcarlo en su equipo.

Trayectoria
Oscar comenzó su carrera deportiva a los 17 años en el Club Atlético Colón de Santa Fe. Desde allí tuvo participación en la Liga Cañadense, Santafesina, Rafaelina y en la Liga San Martín. Fue jugador en Unión de Santa Fe, lugar donde salió campeón y goleador en la Primera División de la Liga Santafesina; también jugó en Central de Córdoba y en Quilmes Atlético Club. Después de finalizada su carrera como jugador fue director técnico de la Liga Santafesina, con excepción del período que comprende desde octubre de 1987 hasta junio de 1988, donde comandó tácticamente al plantel profesional del Club Atlético Colón de Santa Fe en la división Nacional B.
Vale destacar que fue entrenador durante 11 períodos diferentes del club de sus amores, Sportivo Guadalupe, además de dirigir equipos como La Salle, Gimnasia y Esgrima de Ciudadela, Newell’s, Ateneo y Ciclón Racing.

El valor humano del técnico
En el año 2003, fue entrenador de Newell´s, que logró un épico ascenso en la final jugada en Ciudadela, ante Ateneo Inmaculada.
Pero no sólo fue el técnico que se ocupaba y preocupaba por el andar del equipo. En ese año, nuestra ciudad sufrió como nunca en su historia, una inundación que dejó a muchos afectados. El “Patón” días después fue recorriendo y visitando a sus jugadores, para preocuparse sobre sus necesidades. Dirigentes de esa época llegaron a decir “Newell´s llegó adonde llegó gracias al Patón”. Porque se ocupó del valor humano de las personas y no sólo de las cuestiones que lo hacían participar o no, de los 16 nombres, que firmaban la planilla oficial de juego.
Tal era su humanidad que el “Chelo” Juárez, que se recuperaba de una lesión extra futbolística (fue apuñalado en un asalto), le pidió jugar al menos unos minutos en aquella final ante Ateneo. “Patón” accedió y lo mandó a la cancha, en el inicio del complemento. Al minuto Juárez le respondió con un gol, que sirvió para que se forzara la definición desde el punto penal.
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