Atlético de Rafaela 0 – Unión de Sunchales 2 (Copa Santa Fe)

Los sunchalenses, que están dos categorías abajo, dieron la gran sorpresa al vencer a la Crema 2 a 0 en el Monumental para meterse en semifinales de la Copa Santa Fe, donde espera por el vencedor del clásico santafesino. El ex Atlético Pablo Gaitán y Jonatan Bauman, en el segundo tiempo, anotaron los goles del elenco sunchalense, que hizo historia al vencer por primera vez a un equipo de Primera División. Los jugadores albicelestes fueron despedidos con una gran silbatina. Sigue la malaria en el elenco de barrio Alberdi.

Foto: Diario La Opinión.
Foto: Diario La Opinión.

Atlético de Rafaela continúa sumergido en un par de impotencia. Lo observado ayer en el Monumental fue una continuidad de la pobreza futbolística por la cual está atravesando el equipo en los últimos dos años. Y por eso, la poca gente que fue al estadio, despidió a los jugadores y al entrenador como lo vino haciendo en los últimos tiempos: con insultos y silbatinas.

Esta vez, porque el equipo volvió a ser más de lo mismo, sin juego ni respuestas futbolísticas ni anímicas, sin ideas, sin orden. Y sumado a los errores groseros que viene teniendo en defensa, desembocaron en la eliminación de la Copa Santa Fe ante este ordenado e inteligente Unión de Sunchales, que con poco y fundamentalmente oportunismo, le alcanzó para dar el gran batacazo del certamen y meterse de manera sopresiva en las semifinales.

No hubo diferencias futbolísticas entre un equipo de Primera División y otro del Torneo Federal A. Y eso quedó claramente evidenciado en los dos partidos, tanto en Sunchales donde habían igualado 0 a 0 como el de ayer. A pesar de que la obligación la tenía el elenco rafaelino, por ser locales y por estar dos divisionales arriba, fue Unión el que celebró con locura este triunfo histórico. Porque se cerró bien en el fondo, fue sólido en todas las líneas, no tuvo grandes equivocaciones y a la hora de atacar, fue ciento por ciento eficaz ante un Atlético que siempre estuvo apático, a tal punto que en estos 180 minutos ante el Bicho verde, prácticamente no generó situaciones concretas de gol.

En este partido revancha de cuartos de final, los albicelestes tuvieron el debut oficial de Matías Martínez, Eros Medaglia y Fernando Luna. Y de entrada fue a buscar el triunfo, instalándose en campo contrario ante un rival que apostó al contragolpe. El local tenía un poco más la pelota pero no lograba generar peligro. A los pocos minutos, Ramiro Costa, que había ganado mucho por arriba, fue a trabar con Yuste y no pudo seguir en la cancha. Ingresó Barraza en su lugar, pero el equipo, ya sin el grandote en el juego, siguió insistiendo por arriba. Unión, con inteligencia defensiva, de a poco fue equilibrando la batalla en el medio y el trámite se hizo chato, cortado e impreciso. Serrano y Castellano no pudieron hacerse dueños del balón y los delanteros entraban poco en juego. Sólo Atlético inquietaba con algunas apariciones esporádicas de Borgnino, pero no más de eso. Del otro lado, Unión empezó a llegar por el sector izquierdo de la mano de Farías, que le ganaba las espaldas a Puch y Medaglia, y la Crema sufrió un poco con los centros cruzados. Y a partir de allí llegaron los goles albiverdes. A los 27′, cuando nada había pasado, a la salida de un lateral se durmieron Paparatto y Martínez -se lo vio muy lento y falto de ritmo- y el balón le quedó servido al Perro Gaitán, que haciendo valer la ley del ex, definió al segundo palo del estático Hoyos para abrir el marcador, que por su pasado celeste, no gritó el tanto. Primer baldazo de agua fría en el Monumental, que se enmudeció inesperadamente. Después del impacto, los dueños de casa no reaccionaron y Unión aprovechó su momento para ampliar la diferencia 4′ después. Llegó una serie interminable de errores entre Hoyos, Martínez y Paparatto, cuando el ex arquero de Instituto parecía que tenía controlada la pelota cerca de la línea del área grande, nadie la pudo rechazar y Bauman aprovechó el regalito para definir con sutileza con todo el arco a disposición. Con mucha cuota de oportunismo y contundencia, Unión empezó a sentenciar la historia. Porque Atlético nunca encontró la fórmula para llegar al descuento y meterse nuevamente en el partido.

En el complemento, Llop metió todo lo mejor que tenía en el banco con los ingresos de Morales y Albertengo por Puch y Castellano. Pero nada cambió. Sólo las ganas del delantero de Egusquiza, que por izquierda complicó al siempre ordenado fondo sunchalense, que se cerró bien y le tapó todos los caminos al local, le dio algo de frescura al ataque del equipo. Pero no alcanzó para descontar. Barraza no estuvo fino en la última línea y no pudo sacar provecho de sus oportunidades, y por arriba, González fue una muralla en el arco de Unión, que en el final se lució primero ante Albertengo y luego ante Paparatto casi en la línea de gol para alejar todo tipo de peligro. Así, el más débil le ganó con autoridad al más fuerte. Así, Unión, con practicidad e inteligencia, dejó afuera a este pobrísimo Atlético de Rafaela y se metió en las semifinales de la Copa para seguir codeándose con los grandes. Mientras disfruta de los 250.000 pesos que embolsó y espera por el Sabalero o el Tatengue, le envió un mensaje a San Lorenzo de Almagro, donde lo enfrentará el próximo fin de semana en Salta por la Copa Argentina. De este lado, mientras tanto, Atlético sumó otro duro golpe y se fue silbado por sus hinchas, que nuevamente vieron perder a su equipo en casa, como otras tantas veces ha ocurrido en las últimas temporadas.

Publicado por:

Milagros Mercado 

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