La “Crema” se sacó de encima al “Charro” con una contundencia inusitada. Jominy, Godoy, que luego fue expulsado, Girone en contra, Orsini y Ferreyra los goles del elenco de Astrada, mientras que Leandro Rodríguez empató infructuosamente en el primer parcial, antes de la roja que recibió su compañero Ferro. En los 8avos de final los “celestes” se medirán con San Lorenzo.

Atlético de Rafaela está, como es su costumbre, en los 8avos de final de la Copa Argentina, luego de golear a Deportivo Merlo por 5 a 1. Un resultado conseguido con una contundencia ansiada y de acuerdo con la lógica si tenemos en cuenta que se midió con un equipo de dos categorías inferiores.
No obstante, con todo lo que le que viene costando a la “Crema” la temporada es sin dudas un gran paso adelante. Atlético encuentra nuevamente en esta nueva competencia nacional aire y confianza, a partir del fútbol generado y de los goles, algo tan escaso en este 2015.
Dentro del análisis de la goleada hay que incluir el pasaje más oscuro del encuentro disputado en el estadio “Oscar C. Boero”. Porque antes de la expulsión de Gabriel Ferro y el gol en contra de Girone, ambos provocados por el desequilibrio “celeste”, hubo instancias que pudieron generar algún dolor de cabeza.

Hubo 2 mano a mano en un puñado de minutos, luego de sendas coberturas incompletas de la defensa “celeste”, un gol de Vara, de cabeza, bien invalidado por el línea Vázquez y la energía que Merlo que se paró en campo contrario.

Pero a diferencia de otras tantas jornadas en este 2015, sea el campeonato que sea, hubo instantes de lucidez de la “Crema”, que además redundaron en situaciones de peligro y en goles. El primero ocurrió en el minuto 22, entre Serrano, Marino y Bastía manejaron con criterio, el enganche hizo la pausa y metió el estiletazo hacia el área, donde Walter volvió a quebrar en ofensiva y le sirvió el gol a Jominy, que sólo tuvo que empujarla.

En la respuesta una exquisitez de Leandro Rodríguez. El “10” de Merlo vio adelantado a Werner, en pleno fragor por la pelota a las puertas del área rafaelina, y la colgó del ángulo. Por la belleza, por la inteligencia del ejecutante, dieron ganas de gritarlo.
Pero este Atlético parece algo más solidificado que el de 15 días atrás, entonces ni bien movió del medio se le fue encima a un Merlo que ya había mostrado desaciertos atrás, fundamentalmente en la zaga. Orsini encaró con personalidad y motivó un ampuloso foul de Ferro, que ya estaba amonestado.
Con uno más, con un Marino motivado y Ferreyra en crecimiento, Atlético empezó a jugarlo sólo de cara al segundo gol. Sacudió un par de veces, lo hizo revolcar un poco a Ferrero y encontró a los 38. Otra vez Marino, con mucho tiempo y espacio a disposición, manejó la pelota para generarle todas las grietas posibles a la defensa de Merlo, la bola fue de un lado hacia el otro y en uno de esos envíos apareció Godoy, para aplicar la contundencia necesaria.

El segundo tiempo se definió en la primera acción. Buen quiebre en tres cuartos entre Orsini y Godoy, centro potente de Leonado y Girone, que volvía, la terminó metiendo en contra. Quedó sólo tiempo para disfrutar, después de mucho tiempo. Entonces el gol de Orsini, de cabeza, luego de una asistencia de Ferreyra y el último del mismo “Malevo”, con pie a pie incluido y una definición deluxe: la picó para meterla bien alto.

Una excursión positiva, que genera algo de entusiasmo en estos tiempos opacos. El 5-1 y algunas respuestas expresadas en el campo nos permite imaginar que la recomposición de esta campaña difícil es posible.

DIARIO LA OPINION DE RAFAELA